Adrian Melis, Surplus Production Line, 2014.
Adrian Melis (Cuba, 1985), Surplus Production Line, 10’00”, 2014.
Melis puso en marcha una empresa privada en Amsterdam con el fin de publicar una convocatoria de trabajo temporal que invitaba a los hablantes nativos de español a solicitar el puesto enviando sus currículos. El elegido debía trabajar durante 2 horas al día, 5 días a la semana, imprimiendo y destruyendo con una trituradora todos los currículos que se recibieran a través de la misma convocatoria. Al hacerlo, Melis inició un proceso de producción basado en la destrucción, que movilizó las expectativas de los desempleados que habían solicitado el trabajo -a los que nunca conoció- y les transformó en materia prima para ser destruidos por la empresa. En un comentario irónico al concepto de destrucción creativa del economista liberal Joseph Schumpeter –el capitalismo genera nueva riqueza mediante la destrucción de las estructuras económicas y sociales existentes– la mano de obra y el trabajo se revelan como empresas aniquiladoras bajo su actual apariencia neoliberal.